1 x 1, Caperucita y la tortilla canicas artículos prensa

1 x 1, Caperucita y la tortilla canicas artículos prensa
1 x 1 es 1. Un principio hermoso, circular y casi monacal. Es la única tabla de multiplicar que no promete progresos ni desdichas. Uno por uno es una declaración triste de estabilidad: nada cambia y nada se pierde. Lo curioso es que esa aparente sencillez es sospechosa. Ni la vida, ni la política, tampoco las lavadoras funcionan con esa lógica. Todos prometen multiplicar por algo y, a la hora de la verdad, suelen dividir. La tabla del uno es, más bien, una fábula moderna: te enseña que la constancia tiene un límite, sobre todo cuando el uno se harta de estar solo.
Justo en medio de esa lección aritmética aparece Caperucita —Roja, por cierto—, quizá con casco de bicicleta y contrato fijo discontinuo. Reparte limosnas por el bosque mientras el lobo asiste a talleres de desconstrucción emocional. La abuela, por su parte, ya no vive sola: comparte piso con tres que querían ocupar su casa y a los que, anticipándose, ha propuesto dejarlos vivir allí, además de alimentarlos, simplemente a cambio de conversación. Caperucita ya no teme ser devorada; le da miedo ser ignorada. Y cuando todo parece perdido, el cazador —ahora en calidad de mediador de conflictos— organiza una mesa redonda. El cuento acaba sin sangre ni moraleja, pero con un manifiesto sobre convivencia interespecie en el que nadie cree del todo, aunque todos aplauden por inercia y para no verse señalados.
Termino pensando que todo esto, la tabla del 1, el cuento, la vida, … se parecen mucho a una tortilla de nuestra tierra. A veces sale bien, otras se rompe, pero siempre se discute si lleva o no cebolla. La verdadera maña reside en saber girarla sin miedo, justo antes de que se queme. Igual que las ideas; igual que los valores. Quizá llegue el día en que para no ofender a nadie haya que escribir artículos de este estilo: que empiecen con una multiplicación, despisten en un bosque y acaben hablando de tortillas. Y si la tortilla —¡española!— se pega, al menos quedará claro que la moral, como el huevo, también debe batirse —¡sin duelo!— antes de cuajar. Aun así, habrá quien se moleste.
1 x 1, Caperucita y la tortilla canicas artículos prensa

17/11/2025