Mi vecina. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 4 de septiembre de 2023.
Mi vecina. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 4 de septiembre de 2023.
Mi vecina es una gilipollas en toda regla. No cuestionaré que podría haberme andado con algún miramiento a la hora de buscar un sinónimo más ligerito (necia o boba, quizás) para identificar su manera de ser, pero cualquiera de ellos no habría indicado claramente cómo es ni me habría ayudado a, como suele decirse, quedarme a gusto. Ante las dudas que puedan suscitarse, adelanto que sé que ella sabe lo que opino.
Estoy plenamente convencido de que la tipeja, no contenta con comportarse habitualmente como lo que es, necesita trasladar a su entorno su condición a fin de que nadie lo dude. Sabido es que un tontaina no cesa en sus desvelos hasta que todos los que lo rodean o conocen han tenido conocimiento directo y pleno de lo memo que es, siendo ese momento aquel en el que el «fenómeno» en cuestión duerme ya tranquilo. Pues así es ella.
Una simple barrera de plantas separa su morada de la mía, así como del resto de la humanidad. Son algunos de los inconvenientes de tener una casa en el campo. Inicialmente pensé que, a pesar de que ella podría ser peculiar a mis ojos, era yo, fundamentalmente, el que le sacaba tres pies al gato cuando de alcanzar conclusiones sobre su actitud se trataba pues ya desde el primer momento la percibí estirada, altiva y con unas dosis de superioridad moral que reconozco que me ponen malo en cualquiera que las muestra. Nunca olvidaré la perorata que un día le escuché soltar a su hijo, un cuarentañero muy sensato. Él le daba datos y datos argumentando sus ideas políticas, obviamente contrarias a las de la madre; ella lo despreciaba con simplezas y sonrisillas que no transmitían sino prepotencia y chulería. La tipa, que por lo que se percibe debe ser una «curranta» nata, se queja regularmente del trabajo del jardinero que va a trabajar a las casas vecinas, del mecánico que aparca el coche en la calle, del motor que se enciende para poner el aire acondicionado o del operario que ha de desatascar una tubería. La tipa —lo siento, no encuentro sinónimos—, sea la hora que sea, siempre argumenta que va a echarse la siesta. Cuestión de clase; la suya, claro.
Mi vecina. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 4 de septiembre de 2023.
Mi vecina. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 4 de septiembre de 2023.