«No sé cómo darte las gracias por el apoyo, amabilidad y trabajo que me has dedicado. Muchísimas gracias de corazón, Fernando. No sabes cómo me alegro de haberte tenido como profesor y no solo por lo mucho que me has ayudado, sino por cómo me has tratado desde el primer día que me diste clase. Siempre que hablo de ti te defino como maestro, un docente que apuesta por el alumno de verdad. Te admiro muchísimo».