Escoria. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 9 de octubre de 2023.
Escoria. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 9 de octubre de 2023.
Cobarde. Antes de seguir, considero honesto hacer un acto de reflexión. Esa palabra que encabeza este texto —Cobarde— fue la que barajé antes como titular de estas lineas. Sin embargo, un rápido paseo, emocional y conceptual, por el tipo de persona —pensar en una en concreto sería rendir un tributo inmerecido a un sujeto de bajo perfil— al que solemos cobijar bajo ese paraguas juicioso, me hizo constatar pronto que no solamente es la cobardía la cualidad que suele adornar al que es un acojonado en toda regla. Dejo fuera, por supuesto, a los mindundis, a esos pobres tontainas que, sin criterio propio y sin el más mínimo amor propio, miente pues solo tienen como fin caer bien, que les sonrían, que les hagan creer que son el centro de vidas ajenas y de sueños diurnos. Pobres.
El cobarde verdadero, el que lo hace tras una mínima meditación, el que, aun sin saberlo él, la flaqueza le acompaña desde su primer hálito, suele ser, a su vez y recurrentemente, un embustero enfermizo. Este, cuando justifica su inacción en algo concreto, siempre ha de acudir a la mentira o manipulación ya que nunca dará la cara para, valientemente, defender que adopta tal o cual decisión por las verdaderas razones por las que lo hace. Y es que sabe que, de hacerlo, aun se arrastraría más por las ingentes cantidades de lodo en las que se suele introducir. Por otra parte, aquel que ya de niño se divorció de la valentía —ojo, no del descaro ni de la imprudencia, siendo esos otros despilfarros morales que también suelen acompañar por la vida al gallina—, suele estar también aderezado con lujazos como la soberbia, la osadía, el atrevimiento o el descaro, aunque sin olvidar a la inmoralidad, la indecencia ética y la total ausencia de principios. El cobarde, además, sabe que realmente a quien hace daño con su manera de ser y a quien miente es a los propios, a los suyos; no a los ajenos. Aquellos otros, aunque el pobre —o no tan pobre— no lo asuma, lo ven desde la distancia con una objetividad que no percibe ni desea llegar a experimentar el que se ha quedado obnubilado —o acojonado— por su belleza o por el miedo que provoca.
Propongo una tarea: buscar en derredor a uno de estos sujetos, a una de estas muestras de escoria e identificarla, aunque esté a nivel incipiente. Ojo, no vale ir a lo fácil y buscar a un docto degenerado en la televisión o en la política. Así, gana cualquiera.
Escoria. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 9 de octubre de 2023.
09/10/2023
Escoria. Texto publicado en la columna «Canicas», del diario «La tribuna de Cuenca», el lunes día 9 de octubre de 2023.